miércoles, 23 de enero de 2013

la mujer que nadie tiene capitulo 3


Sueño o realidad

 
 
 
 
 

-Julieta- me llamo una voz chillona.

No respondí y sentí  unos dedos fríos corriendo por mi mejilla. El frio me dio escalofríos y abrí los ojos asustada. No vi nada más que oscuridad, sentí  la respiración de otra persona junto a mí. Mi corazón comenzó a latir y su mano tapo mi boca.

Gemí y el susurro con una voz suave y tranquila.

-Julieta, soy yo Romeo -.me susurro en el oído- por favor tranquilízate, puedo escuchar tu corazón, parece que te va a dar un infarto o un ataque.

Deje de gemir y respire como pude por la nariz.

-¿Estás bien? –pregunto luego que dejara de temblar.

Asentí y Romeo se echo a reír.

También su risa había cambiado además de su voz.

Respire por la boca y luego susurre para que el me escuchara.

-¿Como entraste? -pregunte.

Romeo estaba acostado en mi cama, junto a mí. Él estaba apartado solo varios centímetros para que nuestros cuerpos no se tocaran. Una parte de mi ser quería ver sur rostro y sus ojos.

-Por tu ventana -.respondió con orgullo.

-¿Escalaste por mi ventana? -pregunte sorprendida.

-¡Que romántico!- pensé.

-Claro -declaro él. –, esperaba que entrara por la puerta y tu padre me matara con un arma de fuego.

Me dio un escalofrió ya que en ese instante recordé el sueño extraño que había tenido hace un segundo.

-Me permites un segundo -.dije sin pedir respuesta.

Me deslice fuera de la cama, me dirigí hacia la puerta. Cerré la puerta con seguro y tome una manta y tape el espacio que estaba debajo de la puerta. Luego fui a la ventana con paso decidido. La cerré y moví las cortinas para que tapara la ventana. Finalmente encendí la luz.

La luz me dejo ciega por un segundo.

Él estaba en mi cama, con el cabello negro y revoltoso, sus ojos era  oscuro pero pasivos, emocionados y maduros. Romeo era más guapo de lo que recordaba, solo tenía un lamentable defecto su voz, pero a mí no me importaba.

Romeo tenía los ojos fijos en mí.

-¿Qué? -pregunte y él sonrió.

-Está muy guapa -. Me aseguro.

Me sonroje y no podía evitar que la sangre fluyera por mi rostro.

-¿Cual es la razón de tu visita?- le pregunte de momento.- pensé que no vendrías.

El bajo la mirada.

-¿Piensa que miento? -me pregunto y abrí la boca y no sabía que decir así que la cerré  de momento. No sabía que decirle y que sentir en ese momento.-, mejor será que no conteste, si no quieres mentir.

Asentí.

-Pues no te mentía –me recordó.- y aquí estoy, sin importar cuán sea el precio, sin importar que un día Dios me dirá lo cruel que soy al venir aquí. Lo estoy y cumplo mi promesa del hombre maduro que soy.

-Un hombre -. Susurre para mí misma.

-¿Como pretendes que sea un hombre? –Me pregunto. -¿cómo te gustaría que fuera yo, si es que soy un hombre? -me inquirió echando me una hojeada.

No pude evitar sonrojarme de tal manera.

- déjame pensar -. Me limite a decir y me quede cayada por un segundo.

Me dirigí a la cama mordiéndome los labios y me senté junto a él controlando el pulso de mi corazón.

Él era lo que yo quería, pero una parte de mi ser quería golpearlo en su punto débil…

Su hombría.

-Un hombre debe ser caballeroso, detallista, amable, cariñoso, valiente, rebelde, atrevido- comencé a decir y sonreí con malicia. -, fuerte y supongo que sensible, no tanto ya que podría ser homosexual. Aunque a las mujeres no les molesta los hombres homosexuales. Lo más importante que sea guapo en todos los sentidos y más aun que quiera y respete a una mujer como una diosa-suspire con angustia en los ojos y desvié la mirada hacia otro lado-. Tú no eres mi tipo -.esa mentira me dolió en el alma y en el corazón.

-¿Por qué no? -pregunto el sorprendido de mi comentario.

-Yo te veo como amigo y nada más -. Baje la cabeza y mi cabello cubrió mi rostro sonrojado por la vergüenza de no ser valiente. La mentira era mi única escapatoria y mi salida fácil del dilema.

-Oh -se limito a decir y pude ver que acercaba su mano y vacilaba en el intento.-. Tú siempre serás mi mejor amiga -.añadió y controle mis ojos y la expresión de mi rostro.

-¡Amigos! - exclame cuando levante mi rostro y mostré una sonrisa amistosa.

-Hasta el final -. Coincidió con una sonrisa espectacular, pero sus ojos parecían decepcionados.

Se lanzo sobre mí  con su brazo caliente y me abraso con ternura y delicadeza como si deseara no romperme. Como si yo fuera de cristal y con su gran abraso me pudiera hacer una grieta.

-Te extrañe –. Me aseguro en mi oído.

-Ummmmmm -murmure–no puedo…respira-. Dije y él me soltó.

Su rostro era más maduro y hermoso que antes

-Ups, lo siento -se disculpo. -.vine porque no podía estar lejos de ti por culpa de nuestros padres. Ellos cometieron sus errores porque nosotros tenemos que pagar por sus faltas. Te extraño ya que eres mi única y mejor amiga-. Murmuro.

Ambos seguimos sentados en la cama, pero separados por varios centímetros.

-Yo también te extraño mucho -. Murmure.

-y también te amo –. Pensé en mi mente.

-¿Qué miras tanto? -le exigí saber con curiosidad ya que sus ojos me taladraban.

-A ti -.respondió en una voz muy bajita.

-¿Que ves en mi?-pregunte.

Me sonrió cuando me volvía a mirar tranquilamente.

-La diferencia -dijo con frustración. -.La Julieta que yo conozco parece que murió de la noche a la mañana.

-Hablando de la mañana -dije cambiando el tema.-, ya va amanecer-  mire el reloj que estaba en mi mesita de la noche.

-¡Hay dios mío! -exclamo mirando el reloj.-, se me olvido el amanecer -. Se levanto de pronto de la cama y se dirigió hacia la ventana.

-¿Qué haces? -pregunto.

-Me voy -. Expreso.

-¿Por qué? -demande.

-A menos que quieras que me quede a desayunar y me presente a tus padres -. Comentó.

-Es Preferible que te vayas -.dije de momento.

-Eso pensaba –.susurro.

-Volverás -.pregunte, mi voz sonaba ansiosa y amargada.

Él se detuvo cuando abrió la ventana, se volteo y me miro con frustración y nostalgia. Se volteo y camino rápidamente hacia mí y me beso la mejilla con sus labios tibios y luego que se apartara susurro en mi oído:

-Pronto -. Me aseguro.

Se apartó de mí y después que se dirigió a la ventana desapareció por esta.

Eso fue el comienzo de todo… que comienzo si no la continuación de mi historia de amor.

Después de ahí, comenzaron las llamadas a escondidas, los nombres secretos, los email secretos, los mensajes de texto en francés y más aun las visitas de noche. Siempre éramos muy cuidadosos con todo lo que hacíamos, él se dirigía a mí como  Susann y yo como Caspian nuestros personajes favoritos de las crónicas de Narnia. Solo una vez a la semana me visitaba en la noche y se iba siempre al amanecer. Su ausencia me fastidiaba con mucho dolor y siempre esperaba que volviera para gravar en mi memoria su esencia. Cuando no me visitaba volvía tener un sueño extraño, siempre era el mismo sueño. El sueño en cual Romeo me sacaba el corazón y lo destrozaba.

Solo mis dos grandes amigas sabían de mi telenovela, pero lo que no sabía era lo que me preparaba el futuro.

Era una noche tranquila y sabía que Romeo no vendría esta noche.

 Esta noche sería peor que la anterior, espantosa, horripilante y monstruosa. Cada vez me golpeaba con una fuerza bruta ese sueño. Me quede dormida rápidamente y me abandone sin resistirme a la pesadilla…

Me encuentro en una pesadilla en la cual al final muero. Quisiera despertar y saber que todo lo que vi, sentí, escuche  y pensé fuera más que un sueño.

Una corriente helada me despertó con júbilo en mis ojos los abrí y me incorpore de un brinco. La oscuridad me abrasaba como la muerte, el silencio me tranquilizo sabiendo que no escucharía aquellas terribles y espantosas palabras.

No obstante mi mente me proyecto  aquellas imágenes, yo en el suelo, el sosteniendo mi con júbilo y alegría, para luego reducirlo en cenizas grises mi órgano vital.

Agite torpemente mi cabeza intentando borrar o eliminar aquella imagen de mi cabeza, pero esta solo provoco que me diera jaqueca. Respire hondo  para calmar el mareo, al principio me costó mucho esfuerzo ya que mi verdadero y vivo corazón latía con fuerza. Mi mano se había movido silenciosamente hasta llegar a mi pecho y tranquilice el pulso con solo exhalar e inspirar por la boca.

Desee que Romeo estuviera junto a mí.

Me volví acostar en la cama, cerré los ojos con fuerza y me acomode en la cama. Estaba muy cansada para luchar contra el sueño, sin molestarme deje que mi mente vagara en la oscuridad absoluta.

El tiempo pasó más rápido que un latido silencioso, pero ahora la oscuridad desaparecía y la luz apareció lentamente con un destello celestial. Quise saber de dónde provenía la luz y mis ojos se adaptaron lentamente de acuerdo a la luz. La luz comenzó  a deslumbra en mi habitación, me sorprendió aquel amanecer cálido, tierno y vertiginoso. Sabía que si no salía de la cama llegaría tarde a la escuela.

Cuando me disponía salir de la cama un brazo me agarro la cintura .ese movimiento provoco que me volteara y lo viera con el corazón palpitante y asustada. Él estaba cerca de mi sonriente, tranquilo, maduro y juguetón. Su sonrisa me tranquilizo y provoco que sonriera  ya que su sonrisa era despreocupada, no como la aquella sonrisa que empleaba en mis pesadillas, Que ahora parecía tonta y boba y sin ningún signo de odio.

-¿Como llegaste?-pregunte con una voz alegre y curiosa.

-Estuve siempre junto mientras que tú dormías -.respondió y me guiño el ojo.

Me acomode a su lado para sentir su piel, su piel era tibia, suave y hermosa, todo era real para mi, desde su piel tocado la mía, sus dedos rosando mi lobuna grifería y más aun sus labios besando mi inquieto cuello.

-¿Por qué haces eso? -pregunte con nervios.

Sentí como se encogía de hombro.

-Porque me gusta, eres tan hermosa y caliente -. Susurro contra mi piel.

-Supongo que no somos amigos…-.pregunte queriendo saber por qué se comportaba de esa manera tan agradable y extraña.

-Somos más que eso -. Me aseguro y beso nueva mente mi cuello.

Mi corazón tembló de emoción, pero mi conciencia duda como siempre.

-¿Desde cuándo? -pregunte nuevamente  pero mi voz era temblorosa y tímida.

Soltó una carcajada.

-Desde siempre -susurro-, tu sabes que lo nuestro es más que una simple amistad, es como decirlo en palabras poéticas…-murmuro pensativo- es un amor prohibido.

-Me suena algo que ya había leído -.comente intentando controlar mi tono de voz.

-Romeo y Julieta –susurro.

Ya éramos algo si podía decirlo, por la manera en que me tocaba.

 El seguía besándome pero yo quería seguir que llegara hasta mis rosados labios que seguían temblorosos por el nerviosismo que él me provocaba.

Tenía que dejarme llevar, pero mi mente quería que yo hablara, que dijera la palabra más estúpida. Solo para saber que esto era la realidad no un sueño hermoso y lindo del cual realmente no iba ocurrir.

-Ummmmmm -.comencé y el siguió besándome, pero cada vez se acercaba a mi mandíbula.- Romeo- Lo llame y el soltó una carcajada, ya que lo llamaba como mi personaje favorito.

-¿Que Julieta? -inquirió Romeo siguiéndome el juego y volvió a reír de una manera suave.

 Sentí su aliento sobre mi mandíbula y mi corazón se detuvo por un segundo.

-¿Esto es real?- volví a cuestionarle, me sentí muy dudosa y más aun mi corazón iba a colapsar de tanta pasión y amor.

-¿esto es amor? -me pregunte en mi mente.

El beso mi mejilla.

-Depende de lo que piense si es un sueño o la pura realidad -me respondió. -, pero supongo que es ambas es la realidad convirtiéndose en un sueño que solo ambos vamos a disfrutar.

-Suena razonable -puntualicé y me mordí el labio temeroso de lo que ocurría en ese momento.-, si fuera ambas me dirías lo que anhelo escuchar- el exigí saber.

-Supongo que si…pero porque no te lo demuestro -.murmuro en mi oído y siguió besándome con suavidad y dulzura.

-No -proteste deseando ambas explicaciones -, quiero escucharlo y lo demás puede espera unos minutos.

La luz deslumbro en su piel y en sus ojos, como si un dios deseara que este ser hermoso fuera más perfecto de lo que ya era. Me acerque a su rostro…

-Por favor -implore poniendo los ojos de una niña inocente.

Romeo volvió a reír.

-Como no podría decirte lo que siento yo percibo por ti -me acaricio el rostro con las yemas de sus dedos. -, no sabes lo que percibo yo por ti…-. Soltó una carcajada suave- Tu eres el aire que respiro, mi droga vital…-suspiro-, no podría imaginar un mundo sin ti. Si no existiera en mi vida, no tendría  otro propósito para existir, la escuela, mi familia y mis amigos solo aliviarían un poco mi solitaria existencia, pero gracias adiós tú existe. Tus ojos de madera quemada, tu piel de arena -roso sus dedos en mis labios y continúo. -, tu cabello revoltoso de color tierra, son las característica que me fascina de ti… -. Se cayó.

Apenas había comenzado y yo quería escuchar más.

-Continua-. Le ordene con ansia por escuchar más.

 -La manera en que piensas, lo haces de una manera única… -se quedo pensativo y le deje que pensara. -, tu risa es el sonido de las campanas-susurro cada palabra en mi oído y todas llevaban adherida la sinceridad. –y la manera en que te sonrojas hace que las rosas pierdan color. Tu corazón hace las dos cosas más hermosas del mundo, amarme y latir para mantenerte con vida. ¿Qué quieres que te diga?… -pregunto y se quedo callado y después de mil latidos míos continuo. -. Tus labios son los dulces más deseados del mundo -.ambos nos echamos a reír.

Mi corazón se mantenía en un pulso anormal descontrolándome todo el sistema.

Como él podía sonar dulce y hermoso, en cabio yo me escuchaba torpe. La vida no era justa, bueno no me podía quejar mucho ya que la vida era justa conmigo porque lo tenía a él.

Yo me quede callada y el continuo tomándome las manos y mirándome fijamente a los ojos.

-Esas son las cualidades peculiares que nadie y solo yo veo en ti, son las cualidades que hace que te ame. Te quiero con todo mí ser…-. Murmuro y yo lo interrumpí.

Al fin había dicho lo que tanto quería escuchar.

Sonreí complacida antes de acercarme más de lo que había hecho en mi vida. Acerque con timidez mis labios rosados y pálidos, sentí como rosaban sus labios suaves, frágiles y deseados. Presione con suavidad mis labios con los suyos, el acepto con agradecimiento y me devolvió el beso. Solté mi mano de la suyas, para hacer una llave irrompible alrededor de su cuello. Seguí besándolo con mas suavidad, pasión y con un poco de agresividad. El hizo lo mismo, el enredo sus brazos alrededor de mi cintura mientras me besaba. Su aliento me paralizo la respiración, su juguetona lengua jugó con la mía en un juego donde no había ganadores ni perdedores.

Me aparte del con suavidad, por haber contenido la respiración, me sentía mareada, aturdida y mi cuerpo racionaba de una manera extraña, pero él estaba más extraño que yo. Él se mostraba como macho alfa la espera de un reto.

-Yo también te quiero -. Susurre con vergüenza y con la voz seca.

Volvió a besarme, pero…

-1AUCH! -grite cuando golpe el suelo.

 Mi corazón comenzó a latir rápidamente asustado. Me incorpore adolorida, lance una mirada de espanto a la cama cuando vi que estaba vacía. Torpemente me agache debajo de la cama para ver si se había escondido en ese estrecho lugar.

-Ring…ring -.sonó el reloj que estaba en la mesita de noche.

Me incorpore y arrastrando los pies me acerque al reloj con cierta tristeza para apagar el reloj y prepárame para ir a la escuela.

Aquello después de todo era un sueño hermoso, pero no evitaba que me destrozaba el alma ya que nunca sabré si eso ocurrirá en un futuro no tan lejano… almeno cree mi esperanza, pero antes de irme a bañarme volvía acostarme en la cama e intente imaginar que me abrasaba para infundirme valor para enfrentar el horrible día que me esperaba.

 

        

 

 

 

 

 

 

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